Proyecto

     El eje principal alrededor del cual gira todo el mecanismo que pone en marcha al Equipo de la EscuelaCríos a la hora de llevar a cabo la  tarea diaria de Educar es el NIÑO, y su parte afectiva, su inteligencia emocional, puesto que el Niño de hoy, será el adulto responsable, respetuoso, empático y emocionalmente seguro del mañana.

     En la Escuela las emociones se educan desde la cuna, en el momento de dar nosotros como educadores: de dar protección, de integrar, de dar confianza y respeto al niño pequeño, considerándolo una persona desde su nacimiento, como parte activa de su propia evolución basada en la actividad y en la autonomía, confiando en la capacidad que tienen los niños de desarrollo autónomo, en sus movimientos, en su juego, en su pensamiento y en su comunicación con los demás. Nuestra labor será la de favorecer su propia iniciativa, respetándola. 

En Críos consideramos de importancia vital transmitir confianza en cada pequeño, creando una relación sólida y estable con el adulto de referencia a través de intercambios verbales que transmitan seguridad, miradas significativas cargadas de afecto y cariño y una presencia atenta y comprensiva que le transmita la seguridad afectiva que cada niño necesita en cada momento de su desarrollo.

     Todo ello enmarcado en el profundo respeto hacia el niño y hacia la actividad que se está llevando a cabo, porque al niño, lo que hace le interesa y de esta manera enriquecemos la personalidad, la seguridad afectiva y la consciencia de su propia imagen y estima del Niño.

     Educamos al poner a nuestros pequeños alumnos en situación de búsqueda permanente de posibilidades sin imponérselas, así le permitimos sondear el verdadero interés y al conseguirlo finalmente, aprovechar para orientarlo.